domingo, 8 de julio de 2012

Furto Odium

Hasta el peor de los villanos puede encontrar un ángel que le de la paz, que alimente al monstruo que lleva dentro con con la risa que solo da la complicidad. Que cambie el hambre de su ambición por la plenitud. Hasta el más rencoroso de los villanos puede aprender de un ángel del perdón que hace que su pasado deje de sangrar. Hasta el más traicionero de los villanos sería el guardián fiel de sus alas. Hasta el más mezquino de los villanos no se enfadaría al descubrir que un ángel le ha robado el odio.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Bombillas

La vida es injusta, salvaje e implacable. No existe karma ni destino. Ingenuo e inútil es la esperanza depositada en lo merecido. No se me malinterprete en el uso de tal socorrida afirmación, o casi mejor, llamada de atención.

"Le ser humano" no es inteligente por hacer bombillas, si no por dar luz donde hay sombra. Y es que no se me ocurre mejor metáfora de cómo nos hacemos la vida más fácil para sobrevivir a ella. Pero aunque a priori podría pensar (y yo he pensado alguna vez) que su función es la de darnos comodidad, me he dado cuenta de que no es así. La función de la bombilla es el engaño. Porque esa oscuridad es inasumible.

En esa oscuridad no hay un fuego que nos caliente con esperanza. En ese mundo los sueños, como el amor, no tienen un calendario de adviento. En ese mundo no hay jueces, solo verdugos. Y quién no puede soportarlo sencillamente le prende fuego. Quién no lo soporta muere de melancolía por no soñar.

La vida no es predecible ni domeñable. No se puede confiar en ella.

miércoles, 19 de enero de 2011

Pretium

“Precio” es algo sobre lo que normalmente no solo trabajo. Sino en lo que además pienso.

Hay que partir de la base de que solo el idiota o el ingenuo confunde precio con valor. El precio es aquello a lo que renunciamos. Aquello que estamos dispuestos a perder en pro de otra cosa. Así, tomaremos la decisión si lo que esperamos recibir es más valorado que lo que esperamos perder.

En la toma de decisiones, es una obviedad decir, que no sabemos si la decisión de pagarlo, hará que nos reporte todo lo bueno que esperábamos. Pero… acaso sobreestimar los costes, no hace que a priori algo nos parezca más arriesgado de lo que realmente es? Es una explicación de por qué el miedo nos lleva a no actuar.

Sin embargo, cuando añadimos el concepto de “Coste de oportunidad” de no tomar la cosa es más enrevesada. Cuál es el entonces el coste de no tomar la decisión?

Así, es el miedo y no el pesimismo lo que nos lleva a no tomar decisiones en muchos casos.

Nos odiaremos más tiempo por cobardes que por valientes

jueves, 13 de enero de 2011

Cuba ergo sum


(Del lat. vulg. *ingannāre, burlar).

1. tr. Dar a la mentira apariencia de verdad.
2. tr. Inducir a alguien a tener por cierto lo que no lo es, valiéndose de palabras o de obras aparentes y fingidas.
3. tr. Producir ilusión, sobre todo óptica.


Supongo que engañar es lo que va asociado intrínsecamente a "conocer". Saber relacionarse con personas, supongo que es decidir con acierto el nivel de engaño. Es saber actuar y estar a la altura de ese nivel de engaño. Pues el proceso de conocer a las personas, es ser capaz de que la otra persona te engañe menos de lo que la estás engañando tú. O más correctamente dicho, obtener más información cierta de la otra persona, de la que esta obtiene de ti.

Eso es lo que normalmente se conoce como confianza. Querer engañar menos.

Siempre se ha considerado una cualidad negativa de las personas, pero ¿si engañar es ser agradable? qué paradoja. Después de todo cuando decimos "no pasa nada", "no me importa", "si claro coge", "no hombre/mujer, que venga, mejor"... son el tipo de mentiras que solemos decir que la otra persona se sienta bien, o por lo menos no se sienta mal. En algunos casos, casi diría que va unido a la palabra relacionarse. Y en la proporción que te apetece engañar más o menos, resulta que eres más o menos rancio.

Y nos mentimos nosotros mismos por la misma razón? Menuda estupidez de pregunta. Pero, ¿en qué momento empezamos a mentirnos? ¿No es hacerse trampas al solitario? A quién coño engañas?. Bueno, a esta pregunta solo he podido llegar a contestar esta mañana que estas cosas pasan porque no se aprende lo suficiente.

Así que al final, uno tarde o temprano se encuentra a sí mismo, de la misma manera, que si se pasa tiempo con alguien, terminas por encontrártelo. Y sabes que no hay bosque ni laberinto en el que esconderse llegado el caso. Así que el precio es la distancia, y el de la distancia, los sueños.

martes, 11 de enero de 2011

Del lat. monstrum

MONSTRUO
RAE:(Del lat. monstrum, con infl. de monstruoso).

1. m. Producción contra el orden regular de la naturaleza.
2. m. Ser fantástico que causa espanto.
3. m. Cosa excesivamente grande o extraordinaria en cualquier línea.
4. m. Persona o cosa muy fea.
5. m. Persona muy cruel y perversa.


Monstruo, es un concepto muy amplio ligado a la ficción y se aplica a cualquier ser vivo que no corresponda de forma regular al orden natural de la naturaleza. Puede ser un gemelo siamés, una persona o animal con deformaciones visibles; o también se aplica a personas cuyas acciones son opuestas a la sociedad humana, como por ejemplo genocidas, violadores, verdugos, etc. - Wikipedia


Qué difícil es empezar algo. O por lo menos, que difícil es hacerlo con buen pié. Yo me he decantado por la definición de conceptos. En este caso concreto, cómo si lo averso fuera algo digno de estudio.

El porqué de monstruo, es porque entre los tres conceptos es quizá el que más me atraiga. Es el que más emociones lleva consigo, el más romántico.

Cada vez que he querido empezar esta primera entrada he sido incapaz de hablar de nada de una forma clara; porque siempre hay algo que creo que me dejo, o que siento no queda recogido.
Se me ocurren muchas explicaciones para entender mi afición por lo averso y por lo que causa espanto.

El motivo de mi enfermizo amor por lo desagradable. Pero entre las pocas que me apetece compartir, está el que me siento cómodo con emociones tan honestas como el odio y el miedo.
Puede que atendiendo a la definición pueda llegar incluso a la empatía más o menos justificada, más o menos pedante. Pero no voy a empezar ahora a divagar.

Así pues, espero ser tan honesto como mezquino.

Eso y dejar esto más presentable.